viernes, 15 de febrero de 2008

Herederos de la escuela rural mexicana.

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD 011 AGUASCALIENTES

MAESTRÍA:
CAMPO: FORMACIÓN PRÁCTICA DOCENTE

ANÁLISIS DE HISTÓRICO DE LA PRÁCTICA DOCENTE

ENSAYO:
HEREDEROS DE LA ESCUELA RURAL MEXICANA
MAESTRO:
GUSTAVO MEZA MEDINA

ALUMNO:
RICARDO HERRERA RODRÍGUEZ



22 DE ENERO DE 2007


HEREDEROS DE LA ESCUELA RURAL MEXICANA
Por: Ricardo Herrera Rodríguez
Nuestro país como la mayoría de Latinoamérica[1] ha sufrido cambios importantes en su cultura en alas del cambio. Dichas evoluciones han trastocado cada uno de los rubros que le conforman como sociedad y transformado los ámbitos económicos, sociales y sobre todo culturales. Uno de estos aspectos fundamentales es sin lugar a duda la educación, la escuela ha sido considerada como un espacio de desarrollo, crecimiento, instrucción, educación y formación donde los sujetos inmersos pretenden desarrollar elementos que les permitan reconocer y trasformar su entorno social y natural.
La escuela, también ha evolucionado es aspectos fundamentales como infraestructura, cobertura, pero sobre todo en los aspectos pedagógicas, esto ha originado cambios valiosos en la forma de ver al alumno, ya que desde siglos atrás se veía al niño como un adulto pequeño, incapaz de pensar, de actuar por si solo y por supuesto de aprender solo al lado de un adulto, sin embargo esta evolución ha permitido ver al niño y alumno como un ser activo que piensa y trasforma, que analiza, discute, dialoga y descubre. De la misma manera ha permitido reconocer al docente como su sujeto con capacidades para poder entenderse como el elemento de cambio, investigador y conocedor de su entorno. Todas estas cualidades fueron puestas sobre la mesa en el maestro rural mexicano.
En este ensayo tiene como objeto abordar el estudio de la Escuela Rural Mexicana, algunas de sus ideas fundamentales así como aspectos que ha dejado dicha escuela en las instituciones que atienden en medio rural en nuestro país.
Comencemos por ubicar el contexto histórico posrevolucionario de inicios de siglo XX. En ese periodo la población estaba concentrada en el medio rural, donde las condiciones de salud, vivienda y sobre todo educativas eran precarias, puesto que la mayoría de la población no sabía leer ni escribir. Esta situación ha sido una de las mayores preocupaciones de los gobiernos desde antes del movimiento revolucionario hasta la actualidad..
El panorama poco alentador fue tomado en consideración dentro de las políticas educativas de la época de los años veinte. En 1921 se creó la Secretaria de Educación Pública (SEP) por José Vasconcelos, quien tomó ideas claves de Ezequiel A. Chávez quien visualizaba a la escuela como el lugar propicio para que germinara el conocimiento, sitio todos (maestros y alumnos) estuvieron habidos de conocimientos y que tuvieran la posibilidad de enfrentarse a obras importantes de la historia de la humanidad mediante la creación de bibliotecas públicas.
La propuesta de Vasoncelos consistía en alfabetizar a la población dotándolos de conocimientos universales mediante la creación de bibliotecas instaladas en todas y cada una de las rancherías del país y acercarles a los habitantes de las comunidades los materiales idóneos para fomentar su lectura. Se designó así mismo uno del presupuesto más alto de la historia para el ámbito educativo. 16 % DEL PIB. Maestros como Rafael Ramírez fueron pilares en dicha reestructura. Fue él quien estableció los propósitos de la Escuela rural mexicana. Uno de ellos era “Liquidar el analfabetismo de las comarcas campesinas y crear en el las de una vida cultural variada y rica mediante escuelas campesinas de diversos tipos, bibliotecas, espectáculos, cultos, periódicos, actos etc.…. Hacer del México rural una masa social homogénea en cultura e idioma”. (Rafael Ramírez 1985;151)
Establecida la escuela rural mexicana resurgen grandes problemas sociales que venía acarreando nuestro país desde décadas atrás. La revolución Mexicana todavía no tenía claro su impacto social, existía en exagerado cambio de funcionarios y en el campo educativo muchos de los docentes todavía eran sujetos improvisados[2] pero no ajenos a todas las problemáticas arrojadas
Uno de estos grandes problemas era el reparto agrario[3]. Esta problemática ocasionó roses con los hacendados o caciques y por consecuencia muertes innecesarias a maestros sobre todo en el centro del país, ya que los maestros se dedicaban en actividades en la capital arreglando asuntos legales relacionados con el reparto de tierras es por ello que “en realidad los maestros eran vistos por muchas autoridades como subversivos o líderes agraristas; se informa en la prensa de cómo en enero de 1938 la policía agredió a golpes al uno de los profesores frente a sus alumnos en la escuela oficial de Tlaquepaque, Jalisco” (Raby; 1968;192).
El maestro rural destinaba tiempo valioso en arreglar asuntos de tierras y dejaba a un lado, en muchos casos, el desarrollo de clases con sus alumnos reconociendo en ellos una cantidad muy elevada de los mismos y en la mayoría de los casos en las mismas condiciones de alfabetización, es decir, la gran mayoría no sabía leer y escribir.
La formación de los docente era raquítica y en algunos casos no existía, puesto que la mayoría no se incorporaba a los talleres de actualización por las distancias que tenía que recorrer y los gastos que tenían que ejercer para esta práctica es por ello que se dedicaban a auto formarse haciendo híbridos de métodos de enseñanza con escaso material adecuado para las actividades en el aula. Como la manifiesta la Maestra rural Soledad Ponce de León “La historia la impartíamos con maquetas o frisos, narrándola a manera de leyendas y tratando que los niños tomaran parte activa en los juego escénicos; las ciencias naturales, a través de observación de las plantas y animales, poniendo a germinar semillas”. (Rockwell; 1990:16).
La mayoría de los maestros rurales logró organizar a la comunidad para la defensa de sus derechos, establecieron actividades comunitarias sólidas y se “edificó” la figura del maestro. Se alfabetizo gran parte de la población, se resolvieron en cierta medida asuntos sobre el reparto agrario y se vio a la escuela como un espacio de crecimiento comunitario “los campesinos había puesto en la escuela la fe, se habían agrupado espiritualmente alrededor de ella y estaban en forma más segura y fecunda, por ser más consiente que como se agruparon alrededor de las iglesias que los conquistadores hicieron levantar hace tres siglos”. (Bassols; 1985:12)
Otro de los grandes maestros rurales del centro del país fue sin lugar a duda Enrique Corona Morfin el cual veía a la escuela dejar su esencia individualista para dar paso a una escuela cooperativa la cual buscaba su sentido de servicio y compresión mutuos. Los alumnos vistos como sujetos cognoscentes, capaces de actual en sociedad, en función de las necesidades reales y con posibilidades de “adquirir hábitos de trabajo en común, servir a sus camaradas, a al familia y a la comunidad” (Mercado; 1990:17),
Las comunidades mismas edificaban el plantel, lo equipaban de muebles y lo surtían de libros útiles de enseñanza, y cedían los terrenos necesarios para los trabajos agrícolas. Por eso estaban pendientes de que nadie faltara a la escuela y de que toda la comunidad sacara de la institución el mayor provecho posible.
Con el propósitos de seguir afianzando la función del maestro rural se crearon algunas estrategias para fortalecer la función del docente, una de ellas fueron las misiones culturales, este programa establecido por la Secretaría de educación pública tenía entre otras tareas la de actualizar al docente en aspectos pedagógicos. Las misiones culturales eran ambulatorias, es decir, cambiaban de lugares según se paleaba o se observaban necesidades importantes.
Las condiciones para ser maestro rural se fueron consolidando “el maestro que va a trabajar en una escuela rural, necesita valorar con cuidad si se quedará a vivir en la comunidad. El hecho de residir ahí puede facilitarle el trabajo: el maestro estará más de cerca de sus niños, así como la forma de vivir y los problemas de la comunidad. Los padres de familia, generalmente prefieren que el maestro se quede y, para ello brindan mayor apoyo” (Mercado; 1999:23).
Es evidente manifestar que la escuela rural mexicana fue uno de los movimientos educativos más ambiciosos; sin embargo muy utópicos para una sociedad en las condiciones del México Posrevolucionario; sin embargo este movimiento en el medio rural ha dejado secuelas importante, pero ¿A Quien hereda toda esta tarea la escuela rural mexicana? ¿Quienes son los encargados de seguir abatiendo el rezago educativo en las comunidades rurales de nuestro país?
Ambiciosos proyectos han surgido , un ejemplo claro es el Instituto de Nacional de Educación para Adultos (INEA) el cual operan en sitios urbanos y rurales alfetizando y apoyando al concretar el nivel básico de primaria mediante evaluaciones poco objetivas pero bien acreditadas, el cual es ejercido por profesores, jóvenes, amas de casa, entre otros. Que cuentan con distintos niveles educativos y que son capacitados de manera emergente y en tiempos reducidos.
La dinámica de trabajo es mediante sesiones personales o en pequeños grupos en horarios predeterminados (generalmente son por la tarde), donde se asesora mediante clases poco estructuradas en módulos. Por otro lado es necesario hablar de su proceso o de certificación (INEA) el cual es muy cuestionable y poco transparente.
Este instituto no ha podido resolver las necesidades de las personas en el medio rural, puesto que es muy inestable tanto en sus asesores como en sus procesos de certificación y sobre todo en el sustento de los alumnos que egresan, lleva un programa poco sistematizado y solo tiene por objetivo dotar de documentos oficiales a los alumnos para incorporarlos al trabajo productivo.
Por otro lado se encuentran las Normales rurales que forman futuros profesores para que resuelvan el problema de continuidad educativa en el medio rural, esta normales forman a los docentes durante cuatro años aproximadamente y buscan fundar en ellos el amor al medio rural y la importancia de su participación y permanencia.
El Consejo Nacional de Fomento Educativo surge con un presupuesto muy valioso de apoyos compensatorios para el medio rural que aunque haya cambiado de siglas (PAREI, PIARE y otros) no ha podido solventar la gran necesidad que todavía tiene el medio rural en muchos aspectos, desprende además una serie de programas educativos bajo el concepto de educación comunitaria.
El CONAFE surge en 1971 con la firme convicción de atender cuestiones de rezago educativo en las comunidades más pequeñas del país donde no exista otra posibilidad de educación, inicialmente se atendió solo los primero dos años, es decir, los Instructores, solo se dedicaban a enseñar a leer y escribir y hacer cuentas, atendía el primero y segundo grado, posteriormente los alumnos tenía que emigrar a otros sitios donde existiera la escuela completa para continuar su educación.
Más adelante el CONAFE junto con el Departamento de Investigación Educativa (CINESTAV- IPN) desarrollaron una propuesta en la que se buscaba consolidar la participación del alumno como un agente que reconociera su entorno y que estuviera en posibilidades de modificarlo, de enfrentarse a conocimientos universales y que no estuvieran fuera de la propuesta de planes y programas.
Dicha propuesta ha sido atendida por jóvenes Instructores que son capacitados por el Consejo durante un tiempo muy reducido y luego se incorporan como maestros a las comunidades rurales de nuestro país, esta dinámica real origina que muchos de los Instructores que no cuentan con condiciones de docente simulen hacerlo en las comunidades rurales y en muchos casos solo sean meros aplacadores de una propuesta educativo diseñada para ello.
Cabe manifestar que existe una gran desventaja con estos jóvenes, ya que a pesar de que tiene mucha actitud para apoyar a las comunidades rurales (situación muy cuestionable en maestro egresado de escuelas normales rurales) es que su formación es muy limitada y la mayoría de ellos no cuentan con experiencia docente. Otro factor en contra es su permanencia en el CONAFE puesto que solamente pueden estar de uno a tres años en el mismo, esta es una de las situaciones que ocasiona un corte académico en los niños y niñas que son atendidas por el Consejo.
Anteriormente se había mencionado que el maestro rural no contaba con un método claro, situación contraria al Instructor Comunitario el cual tiene en sus manos un material didáctico llamado Dialogar y Descubrir, “La propuesta pedagógica de Cursos Comunitarios, fue diseñada para llevar educación de calidad a las comunidades rurales, se expresa en la serie de materiales Dialogar y Descubrir, elaborados por el DIE en colaboración con el Conafe” (Rockwell, Mercado; 1990:9).
Los grupos que atienden el Instructor Comunitario no son tan numerosos como los que atendían los maestro rurales sin embargo se desempeñan como unidocente, puesto que atienden a todos los niños de nivel primaria de todos los grado en un mismo grupo. En este aspecto la propuesta educativa esta estructurada para organizar al grupo en niveles educativos (nivel 1 Primer y segundo grado, Nivel 2 tercer y cuarto grado y nivel 3 quinto y sexto grado).
En el caso de los maestros que actualmente trabajan en el medio rural cuentan con una propuesta de trabajo, la cual retomó lineamientos básicos de la propuesta de CONAFE y que es llevada a la práctica con deficiencias en muchos casos sobre todo en los aspectos de compartir experiencias, discutir y establecer acuerdos grupales.
El CONAFE ha creado una serie de actividades permanente de formación que llama Reuniones de Tutoría y estas son de manera mensual. Estos espacios surgieron con la idea de acompañar al Instructor en las problemáticas presentadas en comunidad, pero sobre todo de atención a necesidades pedagógicas; sin embargo estas reuniones han ido perdiendo su esencia y se han convertido en espacios administrativos donde se da y recibe información.
Retomado de la escuela rural mexicana el CONAFE por medio de los apoyos compensatorios ha buscado vías para que tanto los maestros que realizan tareas en el medio rural mediante un estímulo económico llamado arraigo comunitario ha resultado poco favorables, ya que son pocos los maestros que se han permitido involucrarse totalmente con la comunidad, la mayoría de ellos regresa a sus casas en sitios urbanizados.
Por su parte el CONAFE ha logrado permanencia con sus Instructores, puesto que establece con el y la comunidad convenios para su permanencia durante un ciclo escolar. Sin embargo en muchos casos, sobre todo en los estados más urbanizados (Morelos, Tlaxcala, Ags. Entre otros) no han podido atender en su totalidad esta problemática.
La imagen del maestro rural ha ido desgastándose, tanto en los docente egresados de normales como en los asesores del INEA y los Instructores Comunitarios del CONAFE, el maestro se ha dedicado a observar como la comunidad se conforma vive, deja su posición de líder a otros y se dedica a encajonarse en un aula de clases.
Sería reiterativo manifestar que estas estancias educativas no han realizado los esfuerzos que la misma escuela rural mexicana soñó, a pesar de que en los discursos políticos de hable de cobertura en el medio rural, los resultados emitidos por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, los resultados de las pruebas Enlace actualmente a de evaluación son desalentadores, puesto que ubican a los alumnos del medio rural en los niveles inferiores.
Todo lo anterior lleva a la siguiente reflexión, ¿las instituciones encargadas de atender las necesidades del medio rural han simulado su tarea o simplemente la han subestimado junto con las autoridades educativas?
Las causas pueden ser muchas entre ellas la mala planeación educativa, la pobre economía al sector educativo, el pobre compromiso por parte de los maestros, asesores o Instructores, la deficiente capacitación o formación de los mismos, la movilidad del profesorado en las aulas el poco interés de los padres de familia.
Las necesidades son todavía muchas, los conceptos de equidad, calidad, igualdad, democracia y otros tantos emergen de los discursos políticos en el aspecto educativo para el medio rural, sin embargo, es evidente que quien debe realizar el cambio es el maestro, el debe concebir la comunidad como el aula un espacio donde siga tomando el estandarte del alquimista para trasformar su realidad y la de las comunidades.
Todavía es lejano pensar en una escuela donde “nunca se sabía donde terminaba y principiaba el pueblo, ni donde acaba la vida del pueblo y comienza la escolar. Porque como agencia social real, la escuela es una con la comunidad”. (Sáenz; 1990:10) y concebir al maestro como el guía, sabio y padre benévolo; con condiciones de dialogo mediante una disciplina libremente aceptada.








Bibliografía.

ARNAUT, Alberto (1996), Historia de una profesión, los maestros de educación primaria en México 1887-1994 Biblioteca Normalista, Secretaría de Educación Pública. México DF
BASSOLS, Narciso (1985) ,El programa educativo de México. La casa del pueblo y el maestro rural mexicano. Ediciones Caballito Secretaria de Educación Pública México DF.
DIALOGAR Y DESCUBRIR (1990), Experiencia de ser Instructor Comunitario. Consejo Nacional de Fomento Educativo México DF
GARCÍA, Paula (1987) La escuela rural: visión emancipadora del pueblo. En los maestros y la cultura Nacional 1920 – 1952 Vol. Serie Testimonios. Dirección de Culturas populares y museo Nacional de Culturas Populares SEP.
FELL, Claude (1989) José Vasconcelos, Los años del águila. Instituto de investigaciones históricas. Universidad Autónoma de México. Ediciones UNAM. México DF
ILINAS, Edgar (1979) Revolución, Educación y Mexicanidad. La búsqueda de la identidad nacional y el pensamiento educativo mexicano. Centro de estudios sobre la universidad, Universidad Autónoma de México. México DF
L. RABY, David (1968) Los maestros rurales y los conflictos sociales en México (1931 – 1940). En revista Historia de México, trimestral Octubre – Diciembre Núm. 2
MENESES, Ernesto (1988) Tendencia educativas oficiales en México 1934-1964. La problemática de la educación Mexicana Durante el régimen cardenista y los cuatro regímenes subsiguientes. Centro de estudios Educativos A.C. Universidad Iberoamericana. Impreso en México
MERCADO, Ruth,(1999), El trabajo en el medio rural Departamento de Investigación Educativa. México DF
RAMÍREZ, Rafael (1985), Propósitos que la educación rural mexicana debe perseguir. La casa del pueblo. Ediciones Caballito. Secretaria de Educación Pública México DF

[1] Tal es el caso de Guatemala con sus Misiones Ambulantes de Cultura Inicial, o el Salvador con la campaña de Alfabetización Integral o Nicaragua con la propuesta “La Post-Alfabetización”.
[2] Esta situación no se había resuelta por completo.

[3] La mayoría de los maestros que se incorporaban a las comunidades rurales eran fácilmente envueltos en esta problemática contra los caciques no todavía no estaban dispuestos a respetar los acuerdos revolucionarios.

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